Críticas
"Sorprende, en ocasiones, encontrarse tanta ignorancia maliciosa durante ciertos momentos de nuestra vida. A mí me ha sucedido conectado a la red, leyendo opiniones sobre La Red Social (The Social Network, 2010) incluso antes de que David Fincher, director del film, iniciase el rodaje hace unos meses. Odas a lo absurdo que resultaría grabar una película sobre Facebook, cánticos sobre lo cabezas-huecas que se volvieron los peces gordos en Hollywood, que ahora tenían que buscarse la vida en fenómenos como las redes sociales para sus películas. Aún y teniendo a uno de los mejores directores de la actualidad como Fincher, y a uno de los mejores escritores como Aaron Sorkin como principales responsables, tuve que seguir leyendo semejantes despropósitos hechos palabras una y otra vez. Hasta que por fin se estrenó el tráiler y muchas bocas se callaron. Hasta que por fin se estrenó la película y prácticamente todas las voces de la ignorancia quedaron mudas.
David Fincher inició con la entrada al nuevo milenio una clase de formalización de su cine. La locura sucia y frenética hecha celuloide caracterizó su filmografía hasta La habitación del pánico (Panic Room, 2002), donde su dirección pasó a ser más limpia y elegante, sin dejar a un lado cierta curiosidad con la cámara, que plasmó en la pantalla con zooms imposibles en planos secuencia técnicamente intachables. Cinco años después, sorprendió a propios y extraños con la evolución de ese cine que apenas dejó vislumbrar en la película protagonizada por Jodie Foster. A pesar de su tibia acogida por parte del público, Zodiac (2007) llegó caída del cielo, en la que Fincher añadió a su repertorio esa sobriedad tan distante y carente de prejuicios que ya se ha convertido en marca de la casa.
La Red Social continúa por esa vertiente de forma notable. El libreto de Aaron Sorkin -escrito con una exquisitez precisa como un bisturí, al dotar los diálogos de un ritmo endiablado sin dejar que perjudiquen en ningún momento las dos horas de metraje- sirve como un aliciente perfecto para el festín de auténtico cine que prepara David Fincher. El film toca a pies juntillas la red social que creó Mark Zuckerberg (interpretado por un Jesse Eisenberg en estado de gracia) en 2003, Facebook, convirtiéndola con habilidad en un mcguffin para desarrollar una historia sobre ambición, dinero y traición de corte clásico. La sobriedad de la dirección de Fincher va como anillo al dedo a un relato ansioso de neutralidad visual y narrativa. Por fortuna, el director de El Club de la Lucha (Fight Club, 1999) le corresponde con el ejercicio de estilo cinematográfico más estimulante del año.
Desde el prólogo inicial del film y sus créditos de apertura (un retrato contundente de su protagonista: su arrogancia fruto de su inseguridad a la hora de relacionarse con otras personas, en el diálogo que Mark mantiene con el personaje de Rooney Mara; la soledad de un genio esquivando una sociedad que le arrincona por puro status quo, que desembocará únicamente cuando se ponga delante de su ordenador, durante los créditos iniciales del film), pasando por momentos aislados pero no menos importantes en los que se señalan los inicios del gran cambio que el ser humano aún sigue experimentando a la hora de relacionarse con los demás. La Red Social es el retrato de una tormenta legal que acabó con una amistad única, pero sobretodo es el retrato de una generación y una década tan íntegro como libre de prejuicios para con sus personajes, aún y en su contundente -y magnífica- secuencia final. Fincher se aleja de los academicismos excesivos que alcanzó en El curioso caso de Benjamin Button (The Curious Case of Benjamin Button, 2008) y retoma un camino en su filmografía en el que trata con dignidad e inteligencia al espectador, dejando la pelota sobre su tejado a la hora de emitir un veredicto y dictaminar sentencia. Y sólo los maestros pueden ofrecer un producto de semejante categoría y permitirse un lujo como ese al mismo tiempo. "
De izquierda a derecha: David Fincher (director) y Aron Sorkin (guionista)
"Manuel Yáñez Murillo, desde Nueva York.
The Social Network (en la Argentina se estrena el 21/10 como Red Social) es mucho más que "la película sobre Facebook": se trata de un enorme film que sintoniza a la perfección con el estado de las cosas en el universo de la juventud "digital" modelo siglo XXI, un despiadado retrato sobre la soledad, un cuento moral sobre el precio de la avaricia con el director de El club de la pelea y Zodíaco en el pináculo de su carrera y con un majestuoso trabajo de escritura de Aaron Sorkin, creador de un referente de la televisión como The West Wing.
(Atención: Este texto revela ciertos detalles de la trama)
Paradoja Nº 1: The Social Network, la película sobre Facebook -una red social formada por millones de “amigos”-, es una película sobre el final de la amistad.
De partida, cabe decir que The Social Networkretrata la elegíaca odisea vivida por Mark Zuckerberg: el chico que inventó Facebook y que, por el camino, perdió a su mejor amigo. Zuckerberg, interpretado con eficiencia por Jesse Eisenberg (la marioneta perfecta para los vertiginosos diálogos de Sorkin), se erige en representante de la gran aristocracia huérfana de nuestro tiempo: un genio formado en Harvard, sin raíces rastreables -la película se encarga de no desvelar nada acerca de su pasado-, que termina convertido en el “chico de oro” de una nueva nación, Internet, ansiosa por coronar a su realeza.
Por el camino, este joven aprendiz de Gatsby, o de Charles Foster Kane, deberá hacer frente a los heridos miembros de la vieja nobleza, representada por los hermanos Winklevoss , que denunciarán a Zuckerberg por violación de la propiedad intelectual -de hecho, la película aclara que este nuevo Bill Gates inventó Facebook mediante el “perfeccionamiento” de la idea de los Winklevoss-. De entre todas estas batallas de egos y rencores, la que sirve de hilo conductor y núcleo dramático de la acción es la que conecta a Zuckerberg con su mejor amigo, Eduardo Saverin. Una amistad corrompida por la envidia y por la no menos relevante presencia del fascinante y mefistofélico personaje de Sean Parker. Un enfrentamiento a tres bandas perfectamente modulado por el guión de Sorkin, que disección con claridad la trágica condición de estos chicos: jóvenes a los que se les permite jugar con armas de adulto gracias a los millones de dólares amasados en el mundo de las vertiginosas finanzas del e-business.
Paradoja Nº 2: Siendo una película ambientada en el mundo de la tecnología y rodada en formato digital, The Social Network luce como un film de corte más bien clásico.
No deja de sorprender que en la película de Facebook no haya casi ningún plano de los célebres “muros”, “grupos” y convocatorias de “eventos” de la red social. Aunque, en realidad, la elegante austeridad de la apuesta de Fincher forma una alianza perfecta con el majestuoso trabajo de escritura de Aaron Sorkin. Basado en la obra literaria de no-ficción The Accidental Billionaires, de Ben Mezrich, el guión de Sorkin perfila con todo lujo de detalle el background cultural y las aspiraciones sociales de sus personajes, echando mano de sus características baterías de diálogo. Mientras, a nivel estructural, la película se construye a partir de flash-backs, tomando como eje del relato las audiencias preliminares de las demandas a las que se enfrenta Zuckerberg (por parte de los Winklevoss y su amigo Eduardo Saverin). Así, la fuerza dramática de la narración, la fluidez de su estructura en varios tiempos, su humor descarado (al borde del cinismo) y el preciso desarrollo psicológico de los personajes hacen pensar tanto en Shakespeare como en Welles o Griffith. Podría aventurarse que The Social Network es un objeto del siglo XXI, forjado con las herramientas cinematográficas del siglo XX y cimentado sobre una herencia literaria anterior -como apunta con acierto Manhola Dargis en su crítica de The New York Times, la sombra de Balzac planea sobre toda la película-. Finalmente, para dilucidar las claves del prodigioso trabajo de Fincher, cabe atender al modo en que el director consigue trasladar a las imágenes la rítmica emocional del texto de Sorkin.
Paradoja Nº 3: El marketing de The Social Network bebe (y alimenta) la mitología deFacebook, mientras la película critica de forma indirecta su faceta más alienante.
En cuanto a The Social Network, si bien es cierto que durante su tramo inicial la película se apropia de esa euforia juvenil inherente al funcionamiento de Facebook (la alegría de ser “aceptado” por un amigo o un grupo), su desarrollo y conclusión no dejan dudas sobre el posicionamiento crítico que adoptan sus creadores respecto a la célebre red social.
Y es que no hace falta escarbar demasiado para certificar que The Social Network es una película sobre la soledad. La mirada cercana al film nos revela la soledad del triunfador. De hecho, puede que Sorkin y Fincher hayan dado con el “Rosebud” de nuestro tiempo, aquella palabra que en boca de Charles Foster Kane representaba la humanidad perdida en su senda de poder y triunfo. El “Rosebud” de The Social Network no es una palabra, sino una tecla en la que el drama de Zuckerberg invoca una aflicción casi universal, un desamparo global: la compulsión solitaria del [F5]. "
Premios de la Academia.
De las ocho nominaciones en las que participaba, entre ellas Mejor Película, Mejor Director para David Fincher y Mejor Actor para Jessie Eisenberg, solo ganó por Mejor Edición, Mejor Música Original y Mejor Guión Adaptado.
Globos de Oro.
La Red Social ha obtenido un total de 6 nominaciones. Sin embargo, obtuvo 4 de las mismas, siendo reconocido en las categorías de mejor película dramática; mejor director, para David Fincher; mejor guión para Aaron Sorkin; y mejor partitura musical, para Trent Reznor.
La crítica ha sido unánime.
Y es que en los diversos premios que los críticos norteamericanos entregan cada año, La Red Social ha acaparado unos cuantos. Los críticos de Boston le dieron 5 galardones (entre ellos a la Mejor Película), Washington le dio 3 a pesar de tener 6 posibilidades, entre ellas su reparto. Una de las asociaciones de críticos más importantes de los Estados Unidos y Canadá, la Broadcast Film Critics Association le ha concedido la nominación a todo su reparto.
Premios “menores”.
Entre ellos la National Board of Review, que le ha concedido un total de 4 premios, entre ellos el de Mejor Película, también. Si nos damos cuenta la mayoría de los premios que se ha llevado en este tipo de galardones han sido sobre todo a película, dirección y guión.
La joven estrella de la función, Jesse Eisenberg tampoco para de recibir elogios. Y es que también está en la mayoría de galardones que ha obtenido La Red Social.
Los Satellite Awards.
El resultado final de aquellos galardones fue que de las 7 nominaciones de La Red Social, sólo obtuvo 3 premios, correspondientes a Mejor Película (Drama), Mejor Dirección y Mejor Guión Adaptado.
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